jueves, 28 de octubre de 2010

Experiencia Vanessa Rivera

Luego del diagnostico de una enfermedad que marco mi vida y la de mi familia, hoy estoy aquí para dar prueba real del poder que está inmerso en la ley mística de Nan Miojo Rengue Kio.

A finales del año 2008 me diagnosticaron Insuficiencia Renal Crónica motivo por el cual debí someterme a un tratamiento llamado Diálisis esto causo mucha conmoción en mi familia y mucho mas a mí, sin embargo tuve que hacerlo porque de ello dependía mi bienestar.

En situaciones como esas siempre surge la pregunta: ¿Porque a mí? Y por fortuna el vivir toda esta experiencia que a mi parecer era horrible me enseño muchas lecciones, solo un año basto para comprender el valor que tiene la vida y aprendí a luchar con fe por mantenerla.

Desde el inicio del año 2009 mis dificultades siempre tenían que ver con la salud, a pesar de mi actitud tan positiva siempre se presentaban obstáculos que me tambaleaban y en reiteradas ocasiones se lo atribuía a entonar Daimoku; surgía la interrogante ¿Cómo es posible que no mejore y que cada vez mi salud se deteriore más? La respuesta era simple¸ estaba en mi vida y es una forma de disminuir el karma negativo. Al decirlo así, suena fácil de aceptarlo pero es difícil comprenderlo y mucho mas vivirlo.

Tengo el inmenso beneficio que todos en mi hogar entonan Nan Miojo rengue kio, cuando por cualquier motivo mi practica decaía tenia a mi mamá y hermanas que me alentaban a no debilitarme y a que siguiera siempre adelante; sin embargo en más de una ocasión me deje invadir por la oscuridad fundamental y pensé que no iba a superar todo esto, no obstante siempre tuve la convicción que tenia la llave para abrir todas las puertas y apenas me lo determine los cambios empezaron a surgir.
Recitar Nan Miojo rengue kio extrae una fuerza y un coraje indescriptible que te ayuda a entender el porqué de las cosas y mas allá de eso te da ayuda a encontrar el camino para superar cualquier obstáculo y encontrar la felicidad sin importar la situación que se está viviendo .

No fue fácil tener que someterme a diálisis pero la experiencia fue aleccionadora, conocí a mucha gente cuya condición era peor que la mía, yo apenas tenía meses y un aspecto físico que no denotaba que estaba enferma en cambio la mayoría de la gente que se encontraba allí tenían años esperando un donante y un desgaste físico significativo; todo ese ambiente me ayudo a comprender que nadie está exento al sufrimiento de la enfermedad y que así como yo hay muchos que tienen la fe de mejorar; Ese escenario fue propicio para alentar a la gente, ofrecerles una palabra que se convertiría en gran ayuda y con mi actitud les hacia entender que sin importar las circunstancias había que seguir adelante y sobrepasar cualquier obstáculo que se presentara.

A pesar de mi fe y las ganas que tenia de seguir adelante mi salud desmejoraba notablemente, iba con mucha frecuencia al hospital, mi tensión arterial era incontrolable producto de la falla renal, esto ocasionaba fuertes dolores de cabezas que sumado a la diálisis me hacían sentir horrible; en ocasiones pensé que ya no podía mas, por fortuna siempre recordaba o me hacían recordar Nan Miojo rengue kio y una frase muy significativa que me devolvían la esperanza: ¨”El invierno siempre se convierte en primavera”

Los meses pasaron, ya era necesario realizarme un trasplante renal; a pesar de no ser la cura para la enfermedad era la única opción que me devolvería la calidad de vida y una vez más surgía la pregunta ¿Porque a mí? Solo que en esta ocasión la respuesta la tenía más clara ya que había estado leyendo un tema llamado: Disminuir la retribución de nuestro Karma, y nuestro presente es el resultado o efecto de nuestras causas pasada…Yo debía transformar mi karma de enfermedad y la única manera de lograrlo era entonando daimoku.

En una ocasión leí una orientación de Ikeda Sensei que me alentó mucho, en ella menciona que: “Las enfermedades sirven para nutrir nuestro corazón, las personas que comprenden correctamente su afección y perseveran a lo largo de ella podrán vivir de manera mucho más profunda, potente y grandiosa”

Tenía muy claro lo que necesitaba y en base a eso iban dirigidas mis oraciones y mis acciones ya que debí someterme a una serie de pruebas para dar el primer paso para optar a un trasplante, que era estar en una lista de espera, tuve el gran beneficio que la mayoría de los exámenes los pude costear y eso aceleraba un poco más el proceso.

Sin embargo, para mi mayor fortuna y en respuesta a las oraciones que dirigía al gojonzon mi hermana Ana María se ofreció a donarme el Riñón que tanto necesitaba; ¿se podrán imaginar mi emoción?, la alegría era indescriptible, mi hermana mayor estaba realizando por mí un acto de amor invaluable producto de su misericordia, desprendiéndose de un órgano sin pensarlo dos veces para devolverme la vida, no puedo decir con palabras lo que sentí al saber que pronto el sueño de estar llena de salud seria una realidad.

Mi hermana comenzó a realizarse las pruebas para verificar si era apta para donar, cada prueba que le mandaba hacer los resultados eran favorables lo cual indicaba que había un porcentaje alto de que si estaba en condiciones de ser la donante, la verdad fue muy emocionante saber que todo había salido bien y más emocionante fue al realizarnos la prueba de compatibilidad y al tener el resultado en las manos tanto mi hermana como yo supimos que ya era un hecho el poder operarnos.

Ya todo estaba listo; nos pautaron la operación para el 4 de noviembre, pero como los obstáculos siempre aparecen se me presento una infección y no fue posible operarme en dicha fecha, y es sorprendente que nuevamente me pautaron la operación en esta ocasión para el 25 del mismo mes y otra vez tuvo que ser postergada ya que la infección no había cesado, es difícil imaginar toda esa situación; sin embargo luego comprendí que las funciones protectores se manifestaron en mi vida en ese momento, si esa infección se hubiera presentado después del trasplante las consecuencias iban hacer peores. Definitivamente nada es casualidad y el entonar daimoku hace comprender esta realidad, nunca dudé, seguí entonando junto a mi familia con la certeza de que pronto todo pasaría.

El mes de diciembre llego, y con él nuevas dificultades. En esta ocasión no era yo si no mi hermana Ana María, ella debía someterse a una operación ambulatoria pero operación al fin; nos sorprendió a todos porque fue de un momento a otro. Ella estaba en Barinas y nosotros acá en Caracas, la única forma que teníamos de apoyarla era a través de nuestro daimoku y así fue, no dejamos de recitar y comprendimos que las adversidades son parte de la vida y si ya habíamos superado tantas cosas esta no iba hacer la excepción.

Llego el año nuevo, mi hermana estaba mejor pero aun no tenía un mes de la operación que le habían realizado el mes de diciembre razón por la cual los médicos deciden postergar una vez más la operación. Yo continuaba yendo a diálisis y a pesar de todas las dificultades que se presentaron el año anterior estaba tranquila porque sabía que se iban a dar todas las condiciones para que la operación fuera un éxito, el daimoku y el gonguio fueron mi apoyo y mis oraciones estaban centradas en el bienestar tanto de mi hermana como el mío.

Una vez más nos llamaron del hospital esta vez sí era un hecho teníamos que estar el domingo 21 en el hospital para exámenes previos a la operación y el 24 de febrero seria la intervención; y así fue, ese día nos llevaron a quirófano desde las 7 de la mañana; ya casi lista para entrar a pabellón nos dicen que la operación no se va poder efectuar en ese momento mi mente se quedo en blanco y solo hoy la voz de Ana que me decía: Nan Miojo rengue kio, Nan Miojo rengue kio, Nan Miojo rengue kio y en la sala que nos dejaron esperando ambas nos pusimos a recitar. Parece increíble pero después de haber dicho que la operación no se realizaría vinieron y se llevaron a Ana maría poco después me llevaron a mí y cuando abrí los ojos ya estaba en la sala de recuperación. Wao!!! Llore de emoción al verme allí y al ver a mi hermana, todo había salido bien, esa tarde recuerdo que llovió después de tanta sequia, eso fue muy significativo.

Nos subieron a la habitación y al pasar por el pasillo vi los rostros de alegría de mis padres y demás familiares, entre la emoción y el dolor término de pasar ese día, al día siguiente me pude parar, la alegría era indescriptible, el verme alii, operada, ver a mi hermana a mi lado sentí tantas cosas y sobre todo un inmenso agradecimiento. Me continuaron realizando exámenes el resto del día y parte de la noche, para mi sorpresa me dializaron y me explicaron que era necesario para ayudar al riñón.

El día viernes 26 sucedió algo con lo que no contaba, debían intervenirme de emergencia nuevamente… En ese momento estaba tan confundida y bajo los efectos de los medicamentos, lo único que recuerdo es a mi mama diciendo: Pase lo que pase no pierdas la fe y al rato me bajaron al quirófano, sentí miedo y a la vez estaba tranquila, no pensé en nada y cuando volví abrir los ojos estaba en la sala de recuperación esta vez no era emoción lo que sentía al verme allí, en ese momento sentí desesperación al no saber que ocurrió con mi riñón, estaba muy inquieta por fortuna dejaron entrar a mi hermana Cinthia y para mi beneficio estuvo conmigo hasta que me subieron nuevamente a la habitación.

Tengo que admitir que me sentía súper adolorida muchísimo más que la primera vez que me operaron, aparte estaba descontrolada y bajo los efectos de la anestesia, de hecho fueron 6 largos días con sus noches los que dure sin dormir pero los resultados de la operación fueron óptimos, ya el riñón estaba funcionando como debía, día tras día iba mejorando y respondiendo a los tratamientos anti rechazo que me colocaban, el semblante me cambio de inmediato y por supuesto mi ánimo y mi alegría eran evidentes ya era un hecho lo que tanto había anhelado.

Dos semanas después me dieron de alta, he tenido que ir a consulta 1 vez a la semana y la evolución ha sido excelente… mi calidad de vida mejoró al 100%. Hoy a dos meses del trasplante aparte de sentirme excelente, siento un inmenso agradecimiento, soy tan afortunada de tener la familia que tengo que siempre me brindo el ánimo y el apoyo cuando más lo necesite.

Para finalizar quisiera compartir esta cita de Daisaku Ikeda:
“Es fundamental que nuestro avance se base en la entonación del daimoku tanto en época de sufrimiento como en circunstancias dichosas, así en tiempos duros encontraremos la sabiduría necesaria para transformar el veneno en remedio y en épocas de felicidad podremos avanzar con optimismo y una esperanza mayor aun”

Gracias a Vanessa Rivera por la colaboración, de este blog con su experiencia
SGIV- Caracas
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3 comentarios:

  1. Adolfo Rodriguez28 noviembre, 2010

    Vannesa Rivera me ha llenado de felicidad que todo te haya salido bien.. una vez mas comprendo cuan maravilloso es el Budismo.
    Saludos desde Perú.. A.R.A

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  2. HOLA AMIGA VANNESA MI NOMBRE ES BLANCA MOTA, NAM MIOJO RENGUE KIO POR TU EXPERIENCIA TAN MARAVILLOSA, SOBRE TODO POR LO SIMILAR A LA MIA, AUNQUE NO TAN GRAVE, HACE 20 DIAS ME EXTRAJERON EL RIÑON IZQUIERDO POR ESTAR ATROFIADO Y DISFUNCIONAL, ES INCREIBLE EL VALOR QUE INFUNDE EL DAIMOKU EN SITUACIONES ADVERSAS DE SALUD, ES UNA OPORTUNIDAD PARA RETAR NUESTRA FE EN EL GOJONZON, TE FELICITO, YO TAMBIEN SOY DE VENEZUELA, ESTADO MONAGAS, Y POR AQUI LA LUCHA ES DIA A DIA POR CUMPLIR EL OBJETIVO DE NUESTRO MENTOR.... SIGUE MEJORANDO Y AVANZANDO NMRK!!!!

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    1. HOLA BUENAS TARDES QUISIERA INFORMACION DE DONDE PODER ASISTIR PARA APRENDER SOBRE EL BUDISMO. SOY DE MATURIN -MONAGAS. LE AGRADEZCO RESPONDER A MI CORREO. velasquez_liliana@hotmail.com

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Hola AMIGO SOKA aca puedes dejarme tu comentario, desde ya BUENA FORTUNA