Uno de los planteos más fundamentales del hombre es:“¿cómo hacer para vivir felices? ¿Cómo experimentar dicha el mayor tiempo posible?”. En pos de una respuesta, nos dedicamos a las cosas que nos producen placer e intentamos perpetuar elsentimiento que nos generan. Sin embargo, no siempre las cosas que deseamos están a nuestro alcance de manera inmediata, y esto nos produce dolor y angustia.¿Dónde se encuentra, entonces, la verdadera dicha? El Mahatma Gandhi declaró: “La alegría reside en la lucha, en el intento, en el sufrimiento que esto acarrea, y no, en la victoria en sí”.Alcanzar las metas que nos proponemos nos causa un gran deleite; pero más hermoso aun es enfrentar cada obstáculo y desafío con alegría y determinación. Esto nos permite disfrutar no sólo de la meta lograda, sino de todo el trayecto que realizamos hasta llegar a ella. Claro está que, para disfrutar de los desafíos que implica lograr lo que uno desea, hacen falta coraje yconvicción, y no siempre surgen naturalmente; no obstante poseemos el medio supremo para desarrollar el máximo valor en la vida: la Ley Mística. Cuán estimulante es que cada día tenga su tinte especial y podamos atesorarlo como una joya, en lugarde gozar sólo el momento en que se alcanzó un deseo que, a menudo, se desvanece dejándonos un cierto vacío después de haberlo alcanzado, vacío que nos precipita en busca de otra cosa. La vida está conformada por cada día de nuestra existencia, y debemos aprovecharla al máximo hoy; no mañana o algún día, sino hoy, y mañana y pasado mañana. El presidente Ikeda dice: “La verdadera exaltación de la vida yace en cómo vivimos cada momento, en cuánto nos esforzamos y desafiamos en este preciso instante, en el viaje que estamos efectuando hacia la victoria suprema. La vida es interesante, justamente, porque tenemos que abrirnos paso por toda clase de vicisitudes”.Durante todo el mes de mayo se llevaron a cabo, en todo el país, ceremonias de ingreso en la SGIAR, las primeras que se realizaron en este año y en el siglo XXI. Por ello, en esta ocasión, quisiéramos referirnos al shakubuku, es decir, al esfuerzo por propagar el Budismo del Daishonin. Hacer shakubuku no es simplemente hablar sobre el Budismo con otras personas; se trata de transmitir el compromiso de uno con los demás, de compartir nuestra felicidad con ellos. La propagación no es únicamente explicar teorías; la clave está en transmitir la convicción y la plenitudque obtenemos cuando aplicamos en nuestra vida la filosofía de Nichiren Daishonin. Así podemos conmover la vida de otras personas. Muchas de ellas decidieron ingresar en Gakkai, por la tremenda alegría que irradiaban los miembros, alegría que quisieron experimentar por sí mismas. El presidente de la SGI, Daisaku Ikeda, señala que en este mundo, donde el egoísmo es lo que predomina, orar y esforzarse arduamente por la felicidad de los demás y por la propia es algo magnífico. El hecho de que los miembros de la SGI se esfuercen por el kosen-rufu día tras día, enfrentando críticas e insultos, es prueba de que son Bodhisattvas de la Tierra. El Daishonin afirma: “‘Alegría’ significa el deleite que comparten uno mismo y los demás”; y “alegría” significa compartir con los demás la sabiduría y la misericordia”. El punto clave es que la alegría es algo que se comparte con los demás. Es egoísta preocuparse solo por la propia felicidad. E interesarse únicamente por la felicidad ajena es hipocresía. La felicidad genuina implica ser felices junto a otros. Alcanzar la felicidad personal no es difícil; sin embargo, la esencia de la fe es ayudar a los demás a que también lo hagan. Un fragmento de Gosho señala claramente que esta felicidad se adquiere al compartir la sabiduría y la misericordia con otras personas, es decir, al compartir el estado de vida del Buda. El kosen-rufu también abarca la lucha por transformar la realidad del entorno. El Sutra del Loto permite que todas las personas concreten tanto la felicidad individual como la prosperidad social. Nuestro esfuerzo de orar y colaborar para que otra persona sea feliz representa el movimiento popular más noble que pueda existir, pues contribuye de manera directa a la creación de una sociedad realmente democrática. Estamos participando en la transmisión de esta alegría, de ser humano a ser humano. La propagación de la filosofía de Nichiren Daishonin continúa a medida que cada uno va logrando una felicidad indestructible. En síntesis, ningún beneficio puede compararse con la alegría de dedicar la existencia al kosen-rufu.Ninguna dicha es tan grande como el regocijo de ver a otras personas felices a raíz de nuestro empeño en el diálogo. Y cuando nos deleitamos al ver la felicidad de los demás, nuestra propia vida profundiza mucho más su pureza. La propagación implica el deseo sincero de compartir con los semejantes el Budismo de Nichiren Daishonin, mientras agradecemos nuestra buena fortuna de haber nacido como seres humanos para poder difundir la Ley.
El señor Makiguchi dijo una vez, en un ensayo sobre reforma educativa: "Mientras los políticos administran primeros auxilios a los problemas de hoy, nosotros estamos observando el futuro y haciendo planes para la posteridad." Los políticos, dice el señor Makiguchi, sólo aplican tratamientos paliativos, recursos de emergencia para campear la crisis de la sociedad; por otro lado, nosotros estamos examinando el mundo del mañana y planificando valores duraderos para las generaciones futuras. En estas palabras, el señor Makiguchi no se está refiriendo sólo a los educadores, sino a todos nosotros.
Mientras tanto, el maestro Toda afirmaba: "La misión de la Soka Gakkai está en asegurar la felicidad de todas las personas durante las épocas venideras".
Mientras tanto, el maestro Toda afirmaba: "La misión de la Soka Gakkai está en asegurar la felicidad de todas las personas durante las épocas venideras".
Daisaku Ikeda
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