Segunda parte del artículo Daisaku Ikeda: diálogo sobre el Karma y qué sucede después de la Muerte
Daisaku Ikeda continuó:
- Pero, ¿es posible cambiar el Karma y concretar la felicidad? La respuesta es sí. Nichiren Daishonin reveló el medio por el cual nosotros podemos cambiarlo. Ese medio no es otro que invocar daimoku al Gohonzon y enseñar a los de más acerca de la Ley verdadera. Esta forma de existencia es el mayor bien posible y concuerda con la propia ley de la vida; es el único modo de lograr un estado de felicidad eterna y de alegría sostenida.
“Tal vez, algunos piensen: ‘Pero ¿acaso Tsunesaburo Makiguchi, nuestro primer presidente, no falleció en la cárcel? ¿No es esa una manera lastimosa de morir?. Sin embargo, lo más importante es la condición de vida en el momento de enfrentar la muerte. La pregunta es: cuando exhaló el último suspiro, ¿estaba agobiado por el sufrimiento, temblando de terror, o, a pesar del encierro, murió pacíficamente, con un sentimiento de profunda alegría? En una de las cartas que escribió en prisión, el señor Makiguchi expresió su inmensa dicha por haber vivido en total acuerdo con las escrituras budistas.
“Alguno de ustedes puede estar pensando que los miembros de la Soka Gakkai también mueren de enfermedades o en accidentes. Pero incluso con respecto a esto, el Budismo enseña, claramente, que quienes mantienen la fé hasta el último instante de su vida transforman los efectos negativos de las causas pasadas y logran disminuir la retribución “kármica” (en japonés, tenju kyoju). O sea, podemos cambiar por completo nuestro karma negativo del pasado –el karma cuya erradicación podría llevarnos muchos ciclos de nacimiento y muerte– y lograr la Budeidad en esta existencia. Una prueba de esto es el semblante en el momento de la muerte.
En el Gosho, el Daishonin describe los signos externos de una persona recién fallecida que ha logrado la Budeidad, y dice que el cuerpo estará suave, el rostro diáfano, etcétera. El presidente Toda también falleció con la expresión sonriente de quien ha logrado la Budeidad. Y yo he presenciado los últimos momentos de muchos miembros.
En verdad, somos budas tanto en la vida como en la muerte. Además, como prueba de ello, la familia y los seres queridos de los miembros que han fallecido serán felices, sin excepción. De modo que aunque encuentren obstáculos o persecuciones en el curso de la práctica –e incluso les parezca que la existencia es una sucesión interminable de dificultades–, jamás deben abandonar la fé. Los problemas ofrecen la oportunidad de transformar el karma.
Desde la perspectiva de la eternidad de la vida, nuestros sufrimientos en esta existencia sólo durarán un instante. Estamos esforzándonos para lograr una felicidad que perdure eternamente.
Nichiren Daishonin dijo: “Uno debería, ante todo, aprender acerca de la muerte; luego, aprender sobre otros asuntos“. Sin una comprensión correcta de la muerte, no podemos dirigir nuestro pensamiento a preguntas como “por qué” y “cómo mueren los seres humanos”. Ni responder, con certeza, el interrogante de “cómo debemos vivir”. Porque la vida y la muerte están inextricablemente unidas.
Por ejemplo, los japoneses muestran un creciente interés por los rituales funerarios. Sin embargo, muchos no han intentado indagar en la cuestión de la muerte en sí. La elusión de este tema es la causa fundamental de la ansiedad por obtener beneficios inmediatos en el orden personal, de la tendencia a la vanidad y a la búsqueda del placer.
Daisaku Ikeda continuó:
- Pero, ¿es posible cambiar el Karma y concretar la felicidad? La respuesta es sí. Nichiren Daishonin reveló el medio por el cual nosotros podemos cambiarlo. Ese medio no es otro que invocar daimoku al Gohonzon y enseñar a los de más acerca de la Ley verdadera. Esta forma de existencia es el mayor bien posible y concuerda con la propia ley de la vida; es el único modo de lograr un estado de felicidad eterna y de alegría sostenida.
“Tal vez, algunos piensen: ‘Pero ¿acaso Tsunesaburo Makiguchi, nuestro primer presidente, no falleció en la cárcel? ¿No es esa una manera lastimosa de morir?. Sin embargo, lo más importante es la condición de vida en el momento de enfrentar la muerte. La pregunta es: cuando exhaló el último suspiro, ¿estaba agobiado por el sufrimiento, temblando de terror, o, a pesar del encierro, murió pacíficamente, con un sentimiento de profunda alegría? En una de las cartas que escribió en prisión, el señor Makiguchi expresió su inmensa dicha por haber vivido en total acuerdo con las escrituras budistas.
“Alguno de ustedes puede estar pensando que los miembros de la Soka Gakkai también mueren de enfermedades o en accidentes. Pero incluso con respecto a esto, el Budismo enseña, claramente, que quienes mantienen la fé hasta el último instante de su vida transforman los efectos negativos de las causas pasadas y logran disminuir la retribución “kármica” (en japonés, tenju kyoju). O sea, podemos cambiar por completo nuestro karma negativo del pasado –el karma cuya erradicación podría llevarnos muchos ciclos de nacimiento y muerte– y lograr la Budeidad en esta existencia. Una prueba de esto es el semblante en el momento de la muerte.
En el Gosho, el Daishonin describe los signos externos de una persona recién fallecida que ha logrado la Budeidad, y dice que el cuerpo estará suave, el rostro diáfano, etcétera. El presidente Toda también falleció con la expresión sonriente de quien ha logrado la Budeidad. Y yo he presenciado los últimos momentos de muchos miembros.
En verdad, somos budas tanto en la vida como en la muerte. Además, como prueba de ello, la familia y los seres queridos de los miembros que han fallecido serán felices, sin excepción. De modo que aunque encuentren obstáculos o persecuciones en el curso de la práctica –e incluso les parezca que la existencia es una sucesión interminable de dificultades–, jamás deben abandonar la fé. Los problemas ofrecen la oportunidad de transformar el karma.
Desde la perspectiva de la eternidad de la vida, nuestros sufrimientos en esta existencia sólo durarán un instante. Estamos esforzándonos para lograr una felicidad que perdure eternamente.
Nichiren Daishonin dijo: “Uno debería, ante todo, aprender acerca de la muerte; luego, aprender sobre otros asuntos“. Sin una comprensión correcta de la muerte, no podemos dirigir nuestro pensamiento a preguntas como “por qué” y “cómo mueren los seres humanos”. Ni responder, con certeza, el interrogante de “cómo debemos vivir”. Porque la vida y la muerte están inextricablemente unidas.
Por ejemplo, los japoneses muestran un creciente interés por los rituales funerarios. Sin embargo, muchos no han intentado indagar en la cuestión de la muerte en sí. La elusión de este tema es la causa fundamental de la ansiedad por obtener beneficios inmediatos en el orden personal, de la tendencia a la vanidad y a la búsqueda del placer.
Fuente: http://www.encuentroalternativo.com/daisaku-ikeda-dialogo-sobre-la-muerte-y-el-karma/
Mi nombre es Marcelo (Bs.As. ARG), y con respecto a la muerte, una vez leí una disertación que explicaba el tema de la muerte con tanta claridad (para mi) que en ese momento entendí la vida , realmente es apasionante !!!.
ResponderBorrarRealmente para mi el budismo de Nichiren Daishonin es sentido Común, Gracias !!!
Mi nombre es Marcelo (Bs.As. ARG), y con respecto a la muerte, una vez leí una disertación que explicaba el tema de la muerte con tanta claridad (para mi) que en ese momento entendí la vida , realmente es apasionante !!!.
ResponderBorrarRealmente para mi el budismo de Nichiren Daishonin es sentido Común, Gracias !!!
MI NOMBRE ES MARIA RAMIREZ.EMPEZE EN LA FILOSOFIA EN 1987. SOY DE PUERYTO RICO Y RESIDO AHORA EN CHICAGO IL.COMO PUEDO RECIBIR LAS REVISTAS.Y COMO PUEDO LOCALIZAR UN CENTRO DE REUNION AQUI EN CHICAGO.GRACIAS POR DEJARME ESCRIBIR EN ESTE ESPACIO.BUENA FORTUNA
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