miércoles, 16 de diciembre de 2009

LOS DIEZ FACTORES

El siguiente elemento de los tres mil aspectos es el principio de los diez factores, que brinda un marco conceptual para analizar facetas de la vida que permanecen constantes, dentro de los fenómenos cambiantes. Así como los diez estados describen las distintas expresiones de la vida, los diez factores esclarecen los aspectos de la existencia que se mantienen invariables y que son comunes a todos los estados, desde el infierno hasta la Budeidad. La vida posee estos diez factores, en cualquiera de los diez estados. El principio de los diez factores también nos permite comprender la forma concreta en que la vida fluctúa de uno a otro estado.


El Sutra del loto enuncia los diez factores en el siguiente fragmento: “El verdadero aspecto de todos los fenómenos sólo puede ser comprendido y compartido por budas. Esta realidad consiste en apariencia, naturaleza, entidad, poder, influencia, causa inherente, relación, efecto latente, efecto manifiesto y su coherencia del principio al fin”.

Ya que los diez factores son comunes a todas las formas de vida y a todos los fenómenos, no hay distinción fundamental entre un buda y una persona común.

Apariencia

El primero de los diez factores es la apariencia. Denota atributos discernibles desde el exterior, como el color, la forma, la silueta y la conducta. Desde el punto de vista de los seres humanos, la apariencia es el aspecto superficial y manifiesto de nuestra existencia, como nuestro cuerpo, nuestro aspecto físico y sus diversas funciones.

Naturaleza

El segundo factor, naturaleza, es la naturaleza, disposición o potencial inherente de una cosa o ser, invisible desde el exterior. T’ien-t’ai caracterizó la naturaleza como algo inmutable e irreemplazable. La naturaleza del fuego, por ejemplo, es invariable y no puede ser reemplazada por la del agua. También se refirió a una “verdadera naturaleza”, que él definió como la naturaleza de Buda o verdad última. Desde el punto de vista de la existencia humana, la naturaleza corresponde a las cualidades dormidas o invisibles de la vida, como la mente y la conciencia.

Entidad

El tercer factor es la entidad, la esencia de la vida que impregna e integra la apariencia y la naturaleza. La entidad sustenta nuestra individualidad y se manifiesta en el aspecto exterior y en la naturaleza interna, pero no es ni una ni otra.

Aunque estos primeros tres factores describen qué es la vida, los seis siguientes aluden a sus funciones dinámicas.

Poder

El cuarto factor, el poder, se refiere a la capacidad de actuar que la vida posee en forma inherente; a su energía o fuerza potencial de lograr algo. Como ejemplo, la vida en el estado de humanidad tiene el poder de sostener principios éticos, y la vida en estado de bodhisattva tiene poder de aliviar los sufrimientos del prójimo.

Influencia

El quinto factor, influencia, representa la acción producida cuando se activa el poder inherente de la vida. La influencia, buena o mala, se ejerce en el ámbito del pensamiento, la palabra o la acción.
El poder y la influencia describen las funciones de la vida desde el punto de vista espacial, mientras que los demás se ocupan de la causalidad y de las funciones de la vida desde el punto de vista temporal. El poder y la influencia presuponen la existencia de algún objeto hacia el cual se dirige el movimiento o la acción. Acompañada por los factores dinámicos del poder y de la influencia, la entidad puede pensarse como un ser autónomo capaz de relacionarse activamente con otros.
Los cuatro factores siguientes explican de qué forma las acciones nos hacen pasar de un estado de la vida a otro.

Causa interna

El sexto factor, la causa interna, es la causa latente en la vida que produce un efecto de su misma cualidad, ya sea buena, mala o neutral.

Relación

La relación, el séptimo factor, se refiere a la relación entre las causas auxiliares y la causa interna. Las causas auxiliares son las diversas condiciones –interiores y exteriores- que desencadenan el efecto de una causa interna. Por ejemplo, alguien que es golpeado sin razón aparente espontáneamente montará en cólera. El hecho de ser golpeado sería la causa auxiliar, como podría serlo, también, la tendencia de esa persona a enfurecerse fácilmente.

Efecto latente

El efecto latente, octavo factor, se refiere al efecto producido en la vida cuando se activa una causa interna mediante su relación con diversas condiciones. La ira que brota del interior de la persona cuando ésta es golpeada sería un buen ejemplo de efecto latente.

Efecto manifiesto

El efecto manifiesto, noveno factor, se refiere al resultado perceptible y visible que surge, oportunamente, como expresión de un efecto latente.
Estos cuatro factores –causa interna, relación, efecto latente y efecto manifiesto- esclarecen el mecanismo de causa y efecto en sentido general.

Coherencia del principio a fin

La coherencia del principio a fin es el décimo factor de función unificadora. Indica que los nueve factores antedichos, desde la apariencia hasta el efecto manifiesto, son coherentes y están armoniosamente interrelacionados. Los nueve factores, entonces, expresan con coherencia un mismo estado de vida en cualquier momento dado. Por ejemplo, las personas en estado de infierno poseen la apariencia oscura y depresiva de los que están sumergidos en el sufrimiento. Ya que su naturaleza está transida de furia de persar, su poder e influencia tienden a contagiar esta oscuridad al resto de la gente que las rodea. Hacen las causas y reciben los efectos propios del estado de infierno.
Los que viven en estado de éxtasis son personas de aspecto típicamente sonriente y animado. En su naturaleza, experimentan un optimismo y un júbilo que los hace sentirse dichosos ante todo lo que se les cruza por delante. Su poder e influencia tienden a irradiar a su medio ambiente esta cualidad alegre y despreocupada.

La visión del Buda percibe esta verdadera realidad. La verdadera realidad de todos los fenómenos es que cada uno posee un potencial latente (naturaleza y poder) y una apertura al cambio (causa interna, relación, efecto latente y efecto manifiesto). Los fenómenos dependen unos de otros, están abiertos recíprocamente, pero mantienen su consistencia interna y están unificados.
La coherencia del principio al fin también puede trasladarse a un plano más elevado, desde la perspectiva de la verdad universal a la cual se iluminó el Buda; es decir, que por ser entidades de la Ley Mística, la vida del Buda (comienzo) y la vida de los seres en los nueve estados (fin) son iguales en última instancia (coherencia). Por lo tanto, todos los seres vivientes pueden llegar a ser budas una vez que toman conciencia de la verdadera realidad de su propia vida, y comprenden que son entidades de la Ley Mística. La únioca diferencia entre un buda y una persona que vive en los nueve estados es la conciencia o la ignorancia de esta verdad.



LOS DIEZ FACTORES
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Son patrones de existencia comunes a todos los fenómenos en cualquiera de los diez estados.

Describen la realidad de la vida

APARIENCIA


NATURALEZA



ENTIDAD



Describen las operaciones y el funcionamiento de la vida



PODER



INFLUENCIA



CAUSA INTERNA



RELACIÓN



EFECTO LATENTE



EFECTO MANIFIESTO



COHERENCIA DEL PRINCIPIO AL FIN



2 comentarios:

Hola AMIGO SOKA aca puedes dejarme tu comentario, desde ya BUENA FORTUNA