Buena Fortuna y Beneficio

El proposito del Budismo es permitir que todas las personas logren el mismo estado que el Buda, que alcancen la sabiduría suprema, para, de ese modo, tomar conciencia de la Ley que rige la vida individual y universal, respecto de la cual el Buda está iluminado. Ese es el significado del término "Budeidad", que representa el beneficio esencial de la fe. Lograr la Budeidad, no obstante, está mucho más allá de la comprención de la gente común, de modo que el poder del Budismo debe ser demostrado en la vida cotidiana para que todas las personas puedan recibir su grandeza. En el Budismo de Nichiren Daishonin, el "beneficio" y la "punición" - el logro o la perdida, los valores positivos y los negativos- son los medios adecuados para conducir a la gente hacia el objetivo último de la iluminación.
La reforma de la vida que se produce gracias a la práctica del Budismo siempre se manifiesta en la vida diaria. Los llamados "beneficios" son los resultados visibles de los cambios interiores de la vida. Incluso a los creyentes les resulta imposible acumular grandes beneficios si no logran su revolución humana y su desarrollo personal. El Budismo no hace surgir espontaneamente los cambios visibles; en realidad, induce la reforma interior, que es el primero y el más fundamental de los beneficios. El Budismo tiene poder de generar esa revolución interior,pero un cambio evidente en lo cotidiano sólo puede ser el resultado del poder obtenido mediante la propia transformación.
Esas modificaciones esenciales se denominan beneficios invisibles y son dificil de percibir. Nichiren Daishonin define el beneficio como la purificación de los seis sentidos - vista, oido, olfato, gusto, tacto y conciencia-, y afirma que aquel yace en la purificación de todas las funciones mentales y fisicas de la vida. En Ongi Kuden (registro de las enseñanzas transmitidas oralmente). Nichiren Daishonin se refiere a dos principios fundamentales, la "buena fortuna" y la "sabiduría", como los maximos beneficios de la practica Budista. El poder de la propia transformación es, en esencia, el poder de la sabiduría. Es importante recordar que la fuerza de la vida de cada uno y el lugar que ésta ocupa no se limitan al cuerpo fisico sino que se expande y abarcan tanto el entorno social como natural. Un cambio en la vida de un individuo influye automaticamente en su ambiente; esa modificación en el medio es el sentido de la buena fortuna. El caracter chino para la "buena fortuna" significa "plenitud de los dioses", lo que, en el Budismo, implica los poderes inherentes al entorno.
Los beneficios están divididos en dos categorias: una, la sabiduría, que indica la reforma de la vida humana; la otra, la buena fortuna, es decir, la reforma del propio entorno. Las modificaciones en el ambiente a menudo se producen a partir de los cambios en el interior de la vida misma.
Hay ocaciones, sin embargo, en que el ambiente se modifica independientemente de los cambios interiores; pero tales circunstancias son excepcionales. Esos cambios positivos en el medio circundante están incluidos en el concepto de beneficio conspicuo. Es la clase de beneficio que se manifiesta cuando la vida de un creyente corre peligro, cuando hay que demostrar la corrección de las enseñanzas del Budismo verdadero y la prueba real del Gohonzon. Un ejemplo de un cambio excepcional en el entorno fue la ocasión en que Nichiren Daishonin se salvó de ser ejecutado en Tatsunokuchi; con respecto a demostrar la corrección de las enseñanzas, la victoria del poder de éstas quedó demostrado cuando el Daishonin triunfó en sus oraciones por la lluvia.